Devocionales del libro de Eclesiastés 20
Devocional # 20
En nuestro estudio anterior vimos a Salomón en un lucubrar teológico, llevándonos a ver la vida que trasciende el espacio y el tiempo, para revelarnos a un Dios que es eterno y que no cambia, hasta mostrar las obras de Dios a las que el hombre no puede ni añadir ni quitar nada de lo que está establecido. Ahora vuelve otra vez a esa vida “bajo el sol” en lo que sigue viendo.
“Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar de la justicia, allí iniquidad. Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace” (Eclesiastés 3:16, 17)
Salomón ha dejado un poco de ver a la vida como vanidad para centrarse en la otra cara de ella; eso es, en su maldad, su corrupción y la falta de justicia. De esta manera comienza ahora mirar al mundo; ese mundo de aquí y ahora, apartado de considerar la eternidad de la que nos habló anteriormente. Lo que está delante de su vista es un mundo lleno de impiedad e injusticia. De esta manera, en lugar de un juicio justo, halló impiedad; en lugar de justicia halló iniquidad.
De acuerdo con la filosofía de Salomón, pareciera que el trabajo bueno y honesto no es provechoso debajo del sol, sino que todo lo opuesto al parecer es lo conveniente. ¿Será esta la razón por la que el pecado le presenta a tantos hombres esos trabajos ilícitos donde hay dinero rápido y sin mucho esfuerzo? Lo cierto es que el pecado tiene tanto dominio, y el mundo está tan lleno de maldad, que pareciera que los hombres injustos son los que se salen con la suya.
Sin embargo, al final: “al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace”. Todo está siendo registrado en los libros eternos y el juicio de Dios, que será siempre mejor que el de los jueces terrenales, predominará y todo saldrá a luz, sea bueno para los que así vivieron o malo para los impíos y pecadores. El día se acerca para el “ajuste de cuenta” y toda la impiedad que vemos hoy será llevada al juicio justo.
Es verdad que pareciera que los malvados triunfan sobre los justos, y que el juicio se demora para que se haga justicia, pero Dios no se ha olvidado de su sentencia, pronto será ejecutada.
Desde lo más profundo del corazón del pastor