Introducción a Esdras

El libro de Esdras, como parte del canon sagrado de las Escrituras, es todo un desafío para el creyente de hoy. La vida de este consagrado hombre, cuyo oficio fue el de escriba y sacerdote de Dios, nos presenta una de las más grandes demandas respecto al valor dado a la palabra de Dios.

Quiero pensar, que no hay en la Biblia otro hombre de quien se diga tanto, respecto a la manera cómo se dedicó al estudio, vivencia y aplicación de la palara de Dios, como lo hizo Esdras.

Él es único personaje que se destaca, en lo relacionado al estudio cuidadoso de la palabra de Dios. 

Esdras, forma parte de los libros post exílicos, por cuando su historia se basa en el regreso del remanente, que vivió en Babilonia. En ese grupo vino el escriba Esdras, y será él, junto con Nehemías, los protagonistas de esa nueva etapa del pueblo de Israel.

Él era el hombre para ese momento. Judá se había olvidado de la ley, y si alguien la conocía muy bien, era Esdras.

Él sabía del desvío de su pueblo en el exilio; de allí la eficacia de su liderazgo. 

Veremos, pues, a través de este singular estudio, la vehemencia y el apego de Esdras para dar a conocer las verdades de la ley de Dios, en los tiempos cuando el pueblo de Israel, especialmente, los que regresaron del exilio, se habían desviado de ella; y habían cometido los pecados de haber mezclado su linaje santo, casándose y dando en casamiento a sus hijos, con los pueblos pagamos. Este y otros temas serán tratados acá. 

Sin embargo, según mi parecer, el tema dominante del libro es la soberanía de Dios, haciéndose muy visible y presente, hasta el punto de usar instrumentos del mundo, tales como los reyes Ciro, Darío y Artajerjes, para lograr sus propósitos; especialmente, en el caso de la reparación del templo, así como en la reconstrucción del Israel del exilio.   

Siempre se ha considerado a Esdras, como el autor de su propio libro; y aunque él no presenció los hechos registrados en los primeros seis capítulos, seguramente, tuvo varias fuentes de información para establecer un orden cronológico; sobre todo en la larga genealogía mencionadas en 2:1-70.

Como dato curioso, este libro, junto con Nehemías y Crónicas, formó parte de una sola obra, antes de tener las modernas versiones bíblicas.    

Vale señalar también, para los efectos de este estudio, que el libro de Esdras se divide en dos tiempos. El primero comenzó con Ciro, rey de Persia, con la reconstrucción del templo, por allá en el año 538 a. C, y el otro sería hasta la terminación de la reconstrucción del templo en el año 515 a. C. La fecha probable del libro sería entre 456 y 444 a.C. 

La vida y el testimonio de Esdras nos darán muchas lecciones, de las cuales vale la pena mencionar las siguientes: por un lado, está el deseo de su corazón, para que su pueblo supiera lo esencial de la Palabra de Dios, al no reemplazar la adoración a él; porque la obediencia no es opcional.

También queda claro en el libro, cómo Dios soberanamente nos cuida, haciendo realidad todas sus promesas con aquellos a quienes él envía (Esdras 5:1-2).  

Mis amados, Dios se involucra en nuestras vidas, así como lo hizo con Esdras, hasta capacitarnos para hacer cosas que parecían imposibles.

Que Dios nos dé el espíritu de Esdras para acometer con entusiasmo, cualquier obra que tengamos por delante. 

Desde lo más profundo del corazón, de su pastor.