Cómo será la vida en el milenio

El reino de Mil Años
(Apocalipsis 20:1-10)
Interesante que cuando Cristo comenzó su ministerio, lo hizo anunciando el reino de los cielos. Su mensaje fue: “Arrepentíos y convertíos porque el reino de los cielos se ha acercado”. Aquel reino no era otra cosa sino la presencia de Cristo en cada corazón. Pero el reino de mil años, conocido como el milenio, es algo que no ha llegado.
Esta perspectiva nos habla de tres clases de reinos que se estarán dando. Un reino de Dios en el corazón, un reino con Cristo en la tierra y un reino eterno cuando todo haya sido consumado. Cuando hablamos del reino de los mil años, éste comenzará cuando Satanás será atado y desde ese momento comenzará un reino con Jesucristo al frente.
¿Puede usted imaginarse un gobierno en la tierra mejor que este? Los gobiernos de este mundo, aun los que han disfrutado de una solida democracia, jamás podrán igualar a lo que sucederá durante ese tiempo. ¿No nos parece interesante que el primer tiempo que viviremos con Jesucristo sea de mil años? Ningún hombre pudo llegar a esa edad, pues Matusalén, el más viejo de todos, solo llegó a 965 años. Así que nosotros tendremos el privilegio de vivir este primer período sin llegar a ver la muerte porque ya tendríamos cuerpos resucitados.
¿Quiénes estarán vivos durante el Milenio?
Lo primero que tenemos que decir es que en el milenio habrá dos diferentes grupos viviendo en la Tierra. Unos tendrán que ver con aquellos con cuerpos glorificados, y aquellos con cuerpos terrenales que vivieron a través de la Tribulación y pasaron al Reino Milenial. La referencia a los cuerpos glorificados son los que han formado a Iglesia, y los que recibieron cuerpos glorificados en el Arrebatamiento (1 Tes. 4:13-18; 1 Cor. 15:21-23, 51-53), pero también estarán allí los que hayan resucitado después del regreso de Cristo a la Tierra (Apc. 20:4-6).
Los que tengan cuerpos terrenales durante el milenio serán clasificados o subdivididos en dos grupos: unos pertenecerán a los creyentes gentiles y los otros a los creyentes judíos (Israel).
¿Cuándo sucederá esto?
Bueno, es de suponer que al momento cuando Cristo regrese en su segunda venida habrá santos en la tierra. ¿De dónde saldrán estos? Cuando leemos en Apocalipsis 20:4-6 nos encontramos con un evento que será único en la Biblia.
Estamos hablando de aquellos que habrán salido de la gran tribulación siendo transformados con sus cuerpos glorificados. Esos serán los creyentes que durante la Tribulación fueron muertos por su fe, y resucitaron. Otro punto interesante será la resurrección de los santos del Antiguo Testamento quienes de igual manera recibirán cuerpos glorificados. Daniel 12:2 nos da una idea de lo que será esto. Otro pasaje que nos ayuda a entender lo que sucederá en el milenio es Mateo 25:31-46. Los cabritos y las ovejas son dos grupos bien diferenciados.
¿Cómo será la vida en durante el milenio?
Isaías 60:1-5, 18-22
- Habrá una vida social durante el milenio
Isaías 12:3-6 nos habla de un tiempo de extrema alegría. Isaías 32:16 nos habla de un período de absoluta justicia.
- Habrá una vida espiritual signada por lo mejor pues el pecado no estará presente
Según Isaías 4:2 nos habla de una gloria perfecta durante ese tiempo lo cual nos permitirá disfrutar de ella de una forma permanente y no como Israel que la tenía temporalmente. Y de acuerdo con Zacarías 8:3 aquel será un tiempo de santidad perfecta.
- Habrá una vida de economía sin ningún tipo de inflación
De acuerdo con Isaías 35:2 la economía del reino será de total prosperidad. Amós 9:13-14 nos habla que todas las familias podrán disfrutar de una gran prosperidad jamás vista.
- Habrá una vida de conocimiento pleno durante el milenio (Hab. 2:12)
Los científicos han descubierto que el ser humano usa solo el 10% de su cerebro. Durante aquella vida el hombre podrá usarlo 100%
“Nuestra vida en el milenio nos permitirá vivir con un cuerpo nuevo con el que hemos resucitado, que tendrá un nuevo cerebro para ser usado en su total dimensión.
Cuando la profecía nos dice que “la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar”, es una referencia a lo que será el conocimiento completo acorde con lo que será una vida de total desarrollo. Imagínese usando el 100% de su cerebro dirigido por el Espíritu Santo. Si el hombre ha explorado el espacio y la ciencia ha avanzado a niveles inimaginables, ¿sabe usted lo que pasará con el conocimiento pleno en el milenio?”.
Un detalle final.
La profecía de Isaías 11:6-9 solo será cumplida durante el Reino Milenial.
“Entonces vendrá el fin, cuando él (Jesús) entregue el reino al Dios y Padre, y haya puesto fin a todo dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies, y el último enemigo que será destruido es la muerte. Porque Dios sujetó todas las cosas debajo de sus pies.
Y cuando dice que todas las cosas quedaron sujetas a él, es evidente que esto no incluye a aquel que puso todas las cosas debajo de sus pies. Pero una vez que todas las cosas queden sujetas a él, entonces el Hijo mismo quedará sujeto al que puso todas las cosas debajo de sus pies, para que Dios sea el todo en todos” (1 Corintios 15:24-28).
ESTUDIO # 16
¿EN QUÉ CONSISTIRÁ EL JUICIO FINAL?
Satanás suelto otra vez ¿cuál será el propósito de Dios para hacer esto?
Apocalipsis 20:7-10 es un texto que rebela que habrá una rebelión provocada por Satanás después que sea desatado. La pregunta que existe en la mente de muchas personas es por qué Dios suelta otra vez a Satanás si ha ya sido sentenciado.
Bueno, la verdad es que la Biblia no nos da una respuesta definitiva. Lo que debemos suponer es que con esto Dios le dio una prueba final a la humanidad.
¿Qué es lo que sucederá? Pues que durante mil años el que provocaba la tentación estuvo encerrado, de esta manera la mayoría de los mortales no tendrían ninguna tentación externa del reino espiritual.
El asunto es que, por cuanto Dios creó al ser humano y le dio libre albedrío, esa voluntad fue puesta a prueba, al mejor estilo de lo que pasó en el Edén antes que apareciera Satanás.
De esta manera, los que los que nazcan durante el reino milenario, y en especial cuando Satanás sea suelto, tendrán que hacer una elección consciente de seguir a Cristo o seguir a Satanás. Con la liberación del diablo Dios brindará una oportunidad para que los hombres le sigan voluntariamente.
El juicio final (vv. 11-15):
Juan tuvo muchas visiones que las manifiesta a través de todo el libro de Apocalipsis, pero tenemos que admitir que esta del “trono blanco” es única por lo que representa. Por un lado, se nos dice que es grande, y la razón es porque allí se juzgarán todos los pecados de la historia de la humanidad. Es blanco, no blando porque representa la santidad inmutable de Dios.
Otro aspecto del juicio es que ni el cielo ni la tierra estarán allí, pues habrán huido. Esto es muy significativo. Los hombres y mujeres que acudirán a este juicio estarán en el espacio, sin tener donde sostenerse lo cual habla más de lo temerario que será aquel juicio. Con esto se cumplirá que todos los incrédulos serán juzgados por Cristo, y serán castigados según las obras que han hecho. De acuerdo con Romanos 2:5, los incrédulos están acumulando ira contra ellos mismos, y además Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras” (Ro. 2:6).
¿Quién será el juez de ese trono?
El juez que está en el trono es Jesucristo (Jn. 5.22, 23). Vamos a verlo de esta manera. Cristo ahora es el salvador del mundo, sin embargo, aquel día será el Juez justo.Esto plantea que allí no habrá ningún abogado que defienda. Ese será él único juicio que no contará con una defensa, porque el defensor es el mismo juez.
Los resucitados que estarán en el juicio final.
Durante el juicio final habrá una resurrección. ¿Cómo se plantea esto? Observemos quiénes entregarán los muertos que están bajo su poder. Irónicamente el texto nos dice que la misma muerte entregará sus muertos. Tenemos que recordar que la muerte ejercerá su poder hasta el final sobre los hombres como lo hará Satanás. El otro que entregará sus muertos de los pecadores es el Hades (no infierno como en el v. 13).
Ya hemos dicho que existe un lugar llamado Hades o Gehema, que Cristo describió en la historia del Rico y Lázaro, el cual también es de tormento.
¿Quiénes estarán en ese juicio?
El texto nos dice que allí estarán “los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios”. La referencia de este texto es que todos los hombres, quienes sean y donde estén, acudirán a ese juicio final. No habrá escape para nadie porque no habrá lugar donde esconderse de lo que viene (Heb. 9.27).
¿Cuáles libros intervendrán en el juicio final?
Bueno, el primer libro que estará allí será la Biblia (Jn. 12:48). La misma Palabra que los pecadores oyen y rechazan hoy les juzgará en el día final. Ese libro es infalible y así como todas las promesas y profecías se cumplieron, también se cumplirá lo que ella ha anunciado acerca del castigo del pecado y del pecador. El otro libro es el “libro de la vida” que se abrirá contiendo los nombres de los santos. Lo que este libro dice es que, si el nombre de una persona no se halla en el libro de la vida, será arrojado al infierno (v. 15).
Al parecer el otro libro que se abrirá es el que contiene las obras de las personas. Dios es un juez recto; conserva un registro de las obras y castigará a cada una con justicia. Es cierto que los que conocieron la verdad y la desobedecieron serán castigados con mayor severidad que los que no conocieron la verdad.
¿Qué pasará con el creyente en el día del juicio final?
Un asunto que es visto en todo este estudio es que todos los hombres compareceremos delante del Señor en lo que respecto el juicio final. La Biblia respalda este acontecimiento universal. Así que cada persona comparecerá un día ante Cristo para ser juzgada por sus obras. No todos se han puesto de acuerdo para decir que si el creyente estará o no en el juicio del Gran Trono Blanco.
Sobre este particular hay tres posturas que sería buena considerarlas para nuestra comprensión las “ovejas y los cabritos”, o el “juicio de las naciones” como es visto en Mateo 25:31-36. Los que esto afirman dicen que esto sucederá después del período de la Tribulación, pero antes del Milenio. Este juicio sería para determinar quien entrará en el reino milenial. El segundo es el juicio que nos muestra la Biblia es el de las obras de los creyentes, conocido como el “tribunal (bema) de Cristo” (2 Cor. 5:10). Este será el tiempo durante el cual los cristianos recibirán grados de recompensa por sus obras o servicio a Dios.
El tercero es el juicio del “Gran Trono Blanco” al final del milenio (Apc. 20:11-15) es el juicio de los incrédulos en el cual ellos serán juzgados de acuerdo a sus obras y sentenciados al castigo eterno en el lago de fuego.Algunos creyentes sostienen que estos tres juicios no serán separados, sino que todo sucederá al mismo tiempo en el juicio final. Estos afirman que no hay tal cosa como un juicio separado. En otras palabras, aquellos que sostienen esta opinión, creen que el juicio del “Gran Trono Blanco” en Apocalipsis 20:11-15 será el tiempo para que los creyentes e incrédulos sean igualmente juzgados.
Lo que estos plantean es que los nombres que se encuentren en el “libro de la vida” serán juzgados por sus obras, para determinar las recompensas o pérdida de recompensas que ellos obtendrán; y aquellos cuyos nombres no se encuentren en el “libro de la vida” serán juzgados de acuerdo con sus obras para determinar el grado de castigo que recibirán en el lago de fuego.
Para estos, Mateo 25:31-46 y Apocalipsis 20:11-15 llegan a ser lo mismo. En resumen, las “ovejas” (creyentes) entrarán a la vida eterna, mientras que los “cabritos” (incrédulos) serán lanzados al “castigo eterno”.
Alguien lo ha resumido así: “Cualquiera que sea la opinión que tenga uno sobre el juicio del “Gran Trono Blanco”, es importante no perder de vista tres hechos importantes concernientes al juicio o juicios venideros.
(1) Que Jesucristo será el Juez. (2) Que los incrédulos serán juzgados por Cristo, y que ellos serán castigados de acuerdo con sus obras. La Biblia es muy clara en que el incrédulo está acumulando “ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.” (Ro. 2:5), y que Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras” (Ro. 2:6).
(3) Que los creyentes también serán juzgados por Cristo, pero puesto que la justicia de Cristo les ha sido imputada a ellos, y sus nombres están escritos en el “libro de la vida”, ellos serán recompensados de acuerdo con las obras que ellos hicieron. Romanos 14:10-12 es muy claro en cuanto a que “todos compareceremos ante el tribunal de Cristo” y que “cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.”