Jesús es suficiente para traer la luz al que ha andado en tinieblas

La historia que tenemos para hoy tiene elementos que desafían nuestro entendimiento por la manera cómo se darán los hechos y las reacciones de los protagonistas. Es uno de esos milagros extraños por el proceder de Jesús al usar métodos humanos y no su palabra directamente para sanar. Esta historia tiene como protagonistas a los apóstoles quienes harán una pregunta de lo que era del conocimiento humano de ese tiempo en relación con la procedencia de las enfermedades, otro es al hombre mismo pues había nacido ciego, también a sus padres y su temor manifiesto aun viendo la sanidad de su hijo. 

Pero, sobre todo, esta historia nos hablara de otros “ciegos”, los fariseos, quienes se negaban aceptar el milagro operado en un hombre que jamás había visto ni vería por el resto de su vida. 

Como alguien lo señaló, esta es la historia de un ciego sanado y unos “ciegos” sancionados. 

Así que esta historia será propicia para hablar de una ceguera que es peor que la física, eso es, la espiritual. Tenemos que afirmar que el libro de Juan en lugar de hablarnos de milagros nos hablará de “señales”, y esta seria la sexta de ellas, conocida como el “poder sobre la oscuridad”. 

Estudiémosla como otra gran prueba del mesianismo de Jesús mostrando su sabiduría empleando una pedagogía excelente que nadie más la había usado. 

Leamos la historia en Juan 9:1-11

La pregunta de los discípulos:  Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? V. 2. 

El que se diga que este hombre era ciego de nacimiento fue una notoria indicación que la persona que va a recibir este milagro es única en todo el NT y no hay otro caso de sanidad de una persona con este defecto congénito.  La pregunta de los discípulos nos revela la actitud de aquellos parecidos a los que están más interesados en buscar  datos para el archivo y ampliar sus conocimientos, que en lugar de mostrar compasión por el que sufre. 

La pregunta tenia que ver con la filosofía vigente en aquellos días respecto al sufrimiento. La razón de la pregunta de los discípulos se debía a la creencia popular entre los judíos que toda enfermedad se debía a un pecado cometido. Entre los rabinos se decía: “No hay muerte sin pecado, y no hay sufrimiento sin iniquidad”.  Al parecer los discípulos daban por sentado esa tradición. De acuerdo con la pregunta había dos posibilidades para que esto sucediera: Que él mismo ciego haya pecado o que fueran sus padres. 

Entre las tradiciones se creía que el feto podía pecar antes de nacer y que los niños pueden ser castigados en diversas maneras por los pecados de sus padres (ver Éxo. 20:5; Núm. 14:18; Deut. 5:9).   Algunas de estas creencias las tomaban de los textos que hablan que Dios visita la maldad de los padres hasta sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación. 

Lo que Jesús si sabia contrario a las tradiciones de los demás rabinos v. 3.

La respuesta que va a dar Jesús plantea una tercera alternativa que los discípulos jamás habían pensado. No era ni lo uno ni lo otro, sino que ese caso había quedado para que se manifestaran las obras de Dios v. 4. Y la manera como se darán las cosas se va a revelar la obra Dios a través de la obra del Hijo. Dios hizo sus obras al crear al mundo y todo lo que en el existe, pero eso no significa que el ha dejado de obrar. Jesús ha dicho que hay un día para hacer esas obras. 

La “noche” acá donde no se puede obrar no es la normal porque Dios es soberano aun sobre la noche. Por otro lado, la palabra “día” se refiere a la oportunidad de hacer, mientras que la “noche” es una referencia cuando las oportunidades ya han pasado. 

El método extraño de sanidad empleado esta vez por Jesús v. 6. 

Observe estas tres acciones: Escupir en tierra, hacer lodo con la saliva y después untar los ojos. 

Este relato, como lo han definido algún comentarista, es breve, sencillo, preciso y sin explicaciones. Quien lo narró fue un testigo ocular muy cercano al Señor.  Antiguamente se pensaba que la saliva de una persona, sobre todo al despertarse en la mañana, tenía poderes curativos especialmente cuando se aplicaba a los ojos. 

Otras creencias aseguraban que la saliva era buena para un encantamiento en actos mágicos, mientras que otros la usaban porque creían que ella comunicaba poderes de la persona de la cual salía. Por supuesto que este acto no es algo mágico. Hay toda una simbología en esto. Por un lado, la saliva de Jesús representada su propio don, algo que venia de el. 

Y al hacer de ella lodo y untarla recordaba como al principio Dios también usó barro para hacer al hombre un ser viviente. Es ver otra vez a Dios obrar de esta manera. El pudo decir “hágase el hombre”, pero en lugar de eso usó lo mismo creado. Así también tenemos que Jesús usó un procedimiento parecido. 

Obedecer sin ver y regresar viendo v. 7

Este es el corazón del asunto. Atrás quedaron las conjeturas del por qué este hombre había nacido ciego. Ahora vemos en acción las obras de Dios y de su Hijo. Ahora vemos porqué esta señal confirma que Jesús es el Hijo de Dios. Los detalles acerca como fue al estanque no son necesarios, alguien que creyó como él tuvo que llevarlo allí. Y si bien es cierto que este método nos parece medio extraño, quizás para probar la fe de este hombre, tan parecido al caso de Naamán y Eliseo, el asunto es que el fue en obediencia y regresó viendo. 

Cuando le creemos a Dios y a su palabra los resultados no podrán ser otros. Jesús tiene poder para obrar en aquellos que también han nacido ciegos por el pecado y por la obra de Satanás.  

La insólita reacción de los otros “ciegos” vv. 13-18

Como era de esperarse los fariseos reaccionaron ante lo acontecido. Por un lado, su enojo era evidente porque este hombre fue sanado el día de reposo. Para ellos era mejor guardar el día de reposo que dar sanidad a un enfermo. Ellos nunca entendieron lo que las Escrituras dicen que: “Misericordia quiero y no sacrificio”. Observe el cercano escrutinio que le hicieron al ciego. 

Mire las preguntas capciosas. De igual manera, observen el escrutinio hecho a los padres. 

Lo insólito de todo esto es ver que alguien pueda estar mas interesado en defender el sistema que en ver al que había nacido ciego, aunque entre ellos  ya algunos especulaban que no había nacido ciego. 

Miren las preguntas del interrogatorio:

La pregunta con relación al sanador: Entonces volvieron a decirle al ciego: ¿Qué dices tú del que te abrió los ojos? Y él dijo: Que es profeta” v. 17

La pregunta con relación a los padres: “…y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?” v. 19

La pregunta de como se hizo esto: “Le volvieron a decir: ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?” v. 26

El colmo del interrogatorio es cuando estos “ciegos” se valieron de los padres del hombre para saber si había nacido ciego. Al final de esta historia no solo fue confirmado su condición de ciego por unos padres temerosos de perder la membresía de la “iglesia” (sinagoga) por la amenaza de los fariseos, sino que el ciego terminó evangelizándolos. 

Miremos estos textos como el que había sido ciego evangeliza a los que permanecen ciegos. 

“Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo” v. 25

El les respondió: Ya os lo he dicho, y no habéis querido oír; ¿por qué lo queréis oír otra vez? ¿Queréis también vosotros haceros sus discípulos?” v. 27

30 Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos.

31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

32 Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego.

33 Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.

El hombre que ve ahora le dijo a los que siguieron ciegos: “Una cosa se, que yo era ciego, pero ahora veo”. Ese es el corazón de esta historia. Hay una ceguera que es peor que la física. Yo conocí y tuve como predicador a un hombre ciego que dicho por sus alumnos era el mejor maestro que tenían y como predicador era un excelente expositor. Esto dice la Biblia de ciegos como aquellos fariseos: en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4)

Conclusión: “Se sabe que aquellos cuyos ojos son abiertos y sus corazones limpiados por la gracia, son las mismas personas, pero de carácter completamente diferente, y viven como monumentos de la gloria del Redentor y recomiendan su gracia a todos los que desean la misma preciosa salvación. 

Bueno es fijarse en el camino y el método de las obras de Dios y se verán más maravillosas. Aplíquese esto espiritualmente. En la obra de gracia obrada en el alma vemos el cambio, pero no vemos la mano que lo efectúa: el camino del Espíritu es como el del viento, del cual uno oye el sonido, pero no puede decir de dónde viene ni adónde va.   

  (Matthew Henry, Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo (Miami: Editorial Unilit, 2003), 819).