La organización angelical

Uno de los asuntos que llama la atención, tan pronto comenzamos el estudio sobre los ángeles, es la categoría de nombres que poseen, lo cual refleja un tipo de organización y jerarquía asignadas por su mismo creador. Y aunque es difícil ver cómo ellos trabajan, dentro de ellos existen órdenes, clases, rangos y, en efecto, existe una organización dentro de ellos. 

Hablamos de un rango de autoridad que está relacionado con sus diferentes funciones. Es como si se tratara del gran ejército celestial compuesto por líneas de autoridad subordinadas unas a las otras, pero respondiendo a la autoridad mayor, la divina. Por ejemplo, el Salmo 89:5-7 nos encontramos con la frase “la congregación de los santos”. En Lucas 2:13 se mencionan “las huestes celestiales”. En Mateo 26:53 se habla de “legiones de ángeles”. Colosenses 1:16 menciona “tronos,… dominios,… principados, … potestades…”. Y por otro lado, en Efesios 3:10, tanto los ángeles buenos como los malos, parecieran tener un rango y una autoridad sobre ellos. 

Así tenemos que hay ángeles con poderes extraordinarios, capaces de matar miles de personas en asuntos de hora; o remover la gran piedra donde Jesús estuvo enterrado. Pero de igual manera, la Biblia nos muestra a ciertos seres con una gloria indescriptible para el ojo humano. Algunos de ellos rodeados de muchos ojos o de muchas alas. 

¿Cuál sería un posible orden que destaque su poder y gloria?

La Biblia nos presenta el siguiente patrón cuando buscamos un posible orden para estos inigualables seres: Arcángeles, ángeles, serafines, querubines, principados, autoridades, potestades, poderes, tronos y dominios (Col. 1:16; Rom. 8:38)

ARCÁNGELES

MIGUEL: “quien como Dios”. Es el único designado en la palabra con ese título y su función pareciera ser el guardián de Israel. El prefijo “arc” plantea un rango en grandeza e importancia. Es alguien que está sobre otros ángeles; que comanda a otros ángeles. 

¿Por qué fueron creados así y no igual que los hombres en su estado natural? 

La Biblia menciona a un solo arcángel, de acuerdo con Judas 9. Así, pues, Miguel quedó como el arcángel principal que está sobre todos los demás ángeles. En el Antiguo Testamento se le conoce como el gran príncipe que está departe del pueblo de Israel (Dn. 12:1). 

Este arcángel se nos presenta como el gran defensor de su pueblo. Él es para Dios su mensajero por excelencia sobre asuntos de la ley y su juicio. De acuerdo con la palabra, este príncipe de los ángeles tuvo la tarea de arrojar a Satanás del cielo (Apc. 12:7-12). Desde entonces, Miguel está en conflicto con Satanás. Y respecto a la segunda venida, este arcángel será el encargado de tocar la final trompeta (1 Tes. 4:16; Apc. 12:7)

GABRIEL, “héroe de Dios” “el poderoso” “Dios es grande” o simplemente “mensajero de Dios”

¿Fue Gabriel otro arcángel? 

Sus funciones parecieran responder a esta pregunta. Básicamente su trabajo estuvo muy relacionado con la venida de Cristo, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Si alguien le cabe el título de “mensajero de Dios” es a Gabriel. Aparece unas cuatro veces en la Biblia, y siempre su presencia es sinónimo de buenas noticias (Dn. 8:16; 9:21; Lc. 1:19, 26). 

Su primera aparición tuvo que ver con Daniel cuando este oraba. A él le reveló los “tiempos del fin” y la llegada del “Príncipe de los príncipes” (Dn. 8:23, 25). De igual manera, él es quien habla de la “gran tribulación” durante los “siete días”. En el Nuevo Testamento aparece en Lucas 1. Lo hace anunciado a Zacarías el nacimiento de Juan el Bautista y su ministerio. Pero creemos que el anuncio más importante que este ángel hizo tuvo que ver con lo dicho a María tocante a la llegada del Mesías (Lc. 1:30-33). Este es el anuncio más importante que se haya hecho en la tierra. 

PRÍNCIPES DIRIGENTES. Esta categoría de ángeles al parecer corresponde a un rango muy elevado que están involucrados en la lucha espiritual y el poder político (Dn. 10:13)

SERAFINES

En esta organización angelical, los serafines y los querubines aparecen detrás de los arcángeles. Pedro parece darnos cierta idea respecto a este orden (1 Pe. 3:22). La palabra “serafín” puede traducir “amor” o “ardientes”. También puede traducir “nobles”. Estas criaturas celestiales aparecen solamente en Isaías 6:1-6, pero su sola aparición allí nos muestra la importancia del trabajo que realizan: la alabanza suprema a Dios y su carácter. 

Por la experiencia del profeta, estos seres tienen la misión, algunas veces, de limpiar y purificar a sus siervos. Son indescriptiblemente bellos. La misión de estos seres es que los hombres sepamos cuan grande y sublime es la gloria de Dios. 

Y, sobre todo, recordemos que Dios es “santo, santo, santo”. 

QUERUBINES 

Definición: “Chérub”, que San Jerónimo y San Agustín interpretan como “plenitud de sabiduría y ciencia”. La palabra “kerubín”, también es traducida por algunos como “el que intercede” y por otros como “el que posee el conocimiento”. 

Y los querubines son definidos como espíritus celestes, caracterizados por la plenitud de ciencia con que ven y contemplan la belleza divina. 

Otra cosa que se ha dicho de ellos es que: “Se consideran los guardianes de la gloria de Dios”. Su nombre significa “plenitud de conocimiento” o “rebosante de sabiduría”. Su extrema inteligencia les permite conocer a Dios como ningún ser humano puede hacerlo.

¿Qué nos dice la Biblia respecto a Dios y ellos?

1. Dios se sienta en medio de los Querubines (Sal. 80:1; 99:1; 2 Sa. 22:11). 

¿Puede imaginarse esta escena? 

Por supuesto que aquí estamos hablando de la gloria del Señor. Es una figura que nos ilustra que, si los serafines le cantan a la gloria de su nombre, estos seres son los encargados de sostener su gloria; de presidirla. Sentarse en medio de esos seres tiene la idea de majestad, de gran realeza. Los reyes antiguos eran sentados en medio de un gran brillo, por lo general representado por el oro, diamantes, flores y exquisitas vestimentas. 

Nadie como los querubines para conocer más acerca de Dios. Tome en cuenta este detalla. Satanás, antes de ser lo que es hoy día, se le conoció como un querubín. Mire lo que dice el texto: “Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas” (Ez. 28:14). 

¿Explicará este texto el por qué de la grandeza de este ser, su poder y su sabiduría? ¿Comandaría él a los demás querubines como protector de la gloria de Dios?

 Una cosa es muy cierta en esto, Lucifer estuvo muy cerca de la gloria de Dios y el quiso sentarse en el trono divino.

2. Los querubines protegieron el “árbol de la vida” (Gn. 3:24). 

¿Qué tan importante era del “árbol de la vida” que los encargados de su custodia fueron precisamente los querubines? 

Observe por qué fue necesario cuidar este otro árbol de la mano del hombre: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre”. (v. 22)

De esto algunos han deducido que “los verdaderos Querubines, eran gigantescos ángeles guardianes cuya terrible presencia aterrorizaba a los que violaban las leyes divinas o a los que pretendían forzar la entrada del paraíso terrenal del que el hombre habría sido expulsado”.

3. Los querubines guardaban el “arca del pacto” (Ex. 25:18-20; 2 Cr. 5:8). 

Las únicas figuras permitidas dentro del arca de la alianza fueron la de dos querubines, hechos de madera de acacia y luego revestidos con oro puro. El que Dios mismo los haya indicado, y que fueran específicamente estos seres, nos habla de la responsabilidad de custodiar el arca, el símbolo más completo que tenía Israel sobre la gloria de Dios. 

A través del “arca del pacto” era como Dios se manifestaba al pueblo. Los querubines tenían la encomiable labor de protegerla. Debe tomarse en cuenta que esa arca solo podía entrar el sumo sacerdote una vez por año trayendo ofrenda por sus pecados y los de su pueblo. Aun en forma de figura, los querubines tenían que infundir un profundo respeto.

4. Los querubines según Ezequiel 10.  Este es quizás el texto más sublime de todas las Escrituras. Es, por cierto, el texto más difícil de interpretar, y a juicio de los muy estudiosos el que más representa el tema de la gloria de Dios por medio de esas extrañas, pero a la vez hermosas criaturas. No es un texto para ser explicado, sino más bien para ser leído en mucha reverencia. 

Si los querubines tienen tanto que ver con la gloria de Dios, debemos dar por cierto que ellos comandarán la gloriosa venida de nuestro Señor Jesucristo. 

Juan el apóstol también tuvo una visión de ellos de acuerdo con Apocalipsis 4. Ahora bien, si nosotros nos extasiamos viendo la belleza de estos seres, ¿podemos imaginarnos cómo ha de ser la gloria de Dios a quien estos seres sirven y la exaltan?

POTESTADES, TRONOS, DOMINIOS, PRINCIPADOS 

Algunos hallan en toda esta descripción algo así como a un grado de perfección angelical. Mas aún, algunos ven en esto los distintos ministerios que ellos desempeñan para Dios. Con esto uno tiene que imaginarse que, si Dios es un ser perfecto y los ángeles que nos pecaron contra él le representan, ellos tienen que ser parte de una organización perfecta que cumple con todo el programa divino. 

Algunos ven en este orden, los que encargados en repartir los bienes espirituales; las potestades serían las que luchan con las fuerzas adversas. Tenemos que saber que, así como existe esta organización de ángeles para hacer el bien, lo hay también en las dimensiones del mal. Satanás comanda un regimiento muy grande y terrible.