Los ángeles en la vida de Jesús

Si algo es notorio en la existencia y el trabajo de los ángeles es el ministerio que tienen en la vida del Señor Jesucristo. En primer lugar, tenemos que detallar que aun antes que él naciera, ya ellos le servían, sobre aquellos que eran los responsables de proteger y enaltecer la gloria que él que tuvo con el Padre. Su ministerio se hizo notorio, para los efectos nuestros, desde el nacimiento hasta la resurrección. Pero será aún más glorioso cuando él venga en su segunda venida. Hay toda una planificación detallada sobre cuál será la labor que harán los ángeles cuando Cristo descienda de los cielos. Revisemos el ministerio de los ángeles en la persona de Cristo desde su nacimiento hasta su nuevo retorno. Veamos cómo sucedió y sucederá todo esto. 

Los ángeles y el nacimiento 

Hay un poderoso ángel y unas huestes de ellos que lo anuncian. Antes de anunciar a los esposos José y María, respecto al nacimiento de Jesús, un ángel visitó al anciano sacerdote Zacarías y le dijo que su esposa tendría un hijo cuyo nombre sería Juan (Lc. 1:13). ¿Quién fue ese ángel? Nada menos que Gabriel, él ángel comisionado para los más grandes anuncios venidos del cielo. De Gabriel se puede decir que es el ángel de la Natividad. Fue él mismo que dio el anuncio a María y por seguro, el mismo que alentó a José frente al embarazo de su esposa, estando ellos desposados, y seguro fue el mismo que dio el anuncio a los pastores (Lc. 1:26-38; 2:9-11). Pero además de él, hubo una multitud de ángeles que vinieron y proclamaron a los pastores las más alegres noticias, al cantar la alabanza: “¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”  (Lc. 2:14)

Los ángeles y la tentación en el desierto. 

No se nos habla mucho de los ángeles durante el llamado período del silencio, antes que Jesús se pronunciara en público, pero es de suponerse que los ángeles estuvieron con él en las distintas etapas de su vida. La nueva aparición de ellos fue cuando Jesús fue tentado por el diablo en el desierto. Después que Jesús fue sometido a la tentación durante cuarenta días, donde Satanás trató de acabarlo utilizando su débil condición física producto del hambre y la sed. Para Satanás aquella era la gran oportunidad de acabar con él, toda vez que no pudo hacerlo al momento de nacer.  Sin embargo, nuestro buen Señor allí también le propinó una gran derrota, pues mientras éste le insinuó, usando la palabra, que se rindiera a sus pies, nuestro Señor, usando también la palabra, lo puso en fuga (Lc. 4:13). Y nos dice el texto que una vez que Satanás le dejó “vinieron ángeles y les servían”. Note que no dice el texto que ellos vinieron para combatir con Satanás, sino para servirle, toda vez que ya el Señor le había vencido. El término “diakoneo”, de donde nos viene la palabra “diáconos”, expresa la forma cómo los ángeles sirvieron al Señor en ese momento.

El ángel del Getsemaní

La crucifixión, y en especial la Cristo por tratarse de alguien sin pecado e inocente, requería de una fuerza especial para enfrentarse a ella. Nadie lo había hecho antes como lo tendría que hacer el Señor. Tal era la agonía a la que el Señor se estaba enfrentando que mientras oraba, nos dice el médico Lucas que su “sudor era como grandes gotas de sangre”. ¿Puede imaginarse semejante agonía? Si Jesús pasó un tiempo sumamente terrible al comenzar su ministerio, a través de los cuarenta días de tentación y los ataques despiadados del enemigo, imagínese cómo serían estos cuando tuvo que sudar de esta manera. El Señor se llevó a Pedro, Juan y Jacobo para que lo ayudaran en aquellos singulares momentos, pero ellos se quedaron dormidos. Fue en tal ocasión cuando él necesitó de una fuerza extraordinaria, de allí la presencia de un ángel. ¿Quién fue? No lo sabemos. Pero sí tenemos que deducir que era un ángel especial. En el desierto vinieron ángeles y le servían. Ahora dice el texto que este ángel vino a fortalecerle. La palabra es “eniskuo”  que traduce “vigor interior”. Solo un ángel especial podía hacer este trabajo.

¿Hubo ángeles durante la crucifixión? 

Esta es una de las cosas más insólitas que tenemos en la Biblia. Jesús fue asistido por los ángeles de muchas formas, pero ahora enfrenta la cruz solo, para que enfrentar la pena de muerte que tanto tú como yo merecíamos. Dios dio la orden en el cielo para que ningún ángel interviniera en esos momentos. Es más, por tres horas cubrió de tinieblas aquel fatídico momento, de modo que aún los ángeles no vieran semejante espectáculo.
Sí, Jesús fue asistido por los ángeles de muchas formas, pero en la cruz quedó solo; tanto así que exclamó: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?”.

Los ángeles en la resurrección

No sabemos a quiénes envió Dios para anunciar aquel momento, pero podemos imaginarnos la alegría que se formó en el cielo cuando Jesús, después de haber padecido tanto, resucitó de entre los muertos. Quienes hayan sido escogido para dar el anuncio “no está aquí, ha resucitado el Señor”, tuvieron que ser de igual manera ángeles muy especiales. Si Gabriel anunció el nacimiento, no podemos sino pensar en alguien parecido a él, o él mismo dando este anuncio. 

Las mujeres fueron muy de mañana al sepulcro, y mientras caminaban se preguntaban quién podría ayudarles a mover la piedra… pero ¡sorpresa!, la piedra estaba removida. La descripción del ángel que hizo tal cosa lo presenta Mateo 28:2-4. Dice Mateo que su aspecto era como “un relámpago”, y su vestidura era blanca “como la nieve”. Cuando las mujeres entraron se encontraron con dos ángeles, y uno de ello proclamó la más grande noticia, jamás proclamada: “No está aquí, sino que ha resucitado” (Lc. 24:6). Desde entonces, esas palabras cambiaron al mundo a través de la expansión del evangelio.

¿Hubo ángeles mientras Jesús ascendió al cielo?

Sí, también hubo ángeles en su ascensión. Se nos dice que mientras él hablaba con sus discípulos fue suspendido al cielo y que una nube les cubrió de su presencia. Semejante nube tuvo que ser de ángeles que vinieron a escoltarlo para llevarlo hasta el mismo trono que le estaba esperando en el cielo al lado de su Padre. Pero para que no quedara dudas de la asistencia de los ángeles, mientras Jesús estaba siendo llevado al cielo, dos de ellos vinieron y animaron a los discípulos, diciendo que, así como han visto que el Hijo de Dios ha ascendido, así también regresará (Hch. 1:11)

¿Qué pasará con los ángeles en la segunda venida?
Un asunto extraordinario es saber que los ángeles van a ser los encargados de recogernos en la segunda venida: “Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo” (Mr. 13:27). En este sentido, lo primero que se nos habla es de la gran comitiva que acompañará al Señor en su retorno a la tierra (Mt. 25:31). Luego se habla del trabajo que los ángeles harán de apartar, como se aparta el trigo de la cizaña, a los hijos de Dios: “Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos” (Mat. 13:49).