Qué es lo que se entiende por el “arrebatamiento” de la iglesia

Lo primero que debe decirse es que la palabra “arrebatamiento” no se encuentra en la Biblia. No obstante, la Biblia nos muestra que esto no solo será real, sino que nos ha dado algunos ejemplos previos para que tengamos la idea de lo que será este evento dentro de los llamados tiempos escatológicos por los que pasará la iglesia del Señor. 

¿De cuántos arrebatamientos nos habla la Biblia?

Un estudio detallado de acontecimientos del AT nos muestra que muchos años atrás varios hombres experimentaron un “arrebatamiento” por la forma cómo ellos fueron suspendidos para irse al cielo sin ver la muerte. El primer arrebatamiento de la historia lo protagoniza un personaje llamado Enoc, que fue llevado vivo a los cielos, antes del diluvio.

Leemos en Génesis 5:24: Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. 

También leemos en Hebreos 11:5: Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios. 

Ambos textos confirman que Enoc fue sacado por Dios de la tierra y no vio muerte. Eso es, no experimentó ese proceso, por lo tanto, tuvo que ser transformado porque el pecado no puede heredar al cielo. El segundo arrebatamiento de la historia lo protagoniza el profeta Elías, mientras estaba con Eliseo (su sucesor). Recordemos que Elías fue uno de los Grandes Profetas de Dios del denominado AT (Antiguo Testamento).

Le toco actuar en uno de los periodos más oscuros de Israel, en cuanto a la apostasía imperante. El pueblo de Israel se hallaba casi totalmente apartado de Dios, rindiendo culto a dioses paganos (Baal).

Otro caso del AT fue el Elías. Así nos dice 2 Reyes 2:1, 5, 11: Cuando el Señor estaba por llevarse a Elías al cielo en un torbellino, Elías y Eliseo estaban en camino desde Gilgal… Después el grupo de profetas de Jericó se acercó a Eliseo para preguntarle: —¿Sabías que hoy el Señor se llevará a tu amo? —Claro que lo sé —contestó Eliseo—, ¡pero no digan nada!…  Mientras iban caminando y conversando, de pronto apareció un carro de fuego, tirado por caballos de fuego. Pasó entre los dos hombres y los separó, y Elías fue llevado al cielo por un torbellino. 

El tercer arrebatamiento de la historia es el que protagoniza el mismísimo Hijo de Dios.

Apocalipsis, 12:5 Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.

Hechos 1:8-11 nos habla de la ascensión de Jesús que fue su arrebatamiento. 

El cuarto arrebatamiento fue el de Felipe. Felipe fue traspuesto no de la Tierra al Cielo sino dentro de la tierra misma (de un lugar a otro). Felipe se encontraba conversando con un eunuco etíope, evangelizándolo y finalmente lo bautizo. Inmediatamente luego del bautismo, Felipe fue traspuesto: Hechos, 8:39 Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino. 8:40 Pero Felipe se encontró en Azoto; y pasando, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesárea.

El quinto arrebatamiento de la historia lo protagoniza el mismo Pablo de Tarso:

2 Corintios, 12:2 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. 12:3 Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 12:4 que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.

El sexto arrebatamiento de la historia ocurrirá en breve y será el de la Iglesia de Cristo. Seguidamente, iniciaran siete años de sufrimiento en la Tierra como nunca había ocurrido (Daniel, 9:27). Luego de estos siete años, otra vez viene el Hijo de Dios a la Tierra, pero a Israel, para gobernar el mundo por mil años (durante los cuales Satanás estará preso en el abismo, debajo de la tierra). Al comienzo de los mil años, el anticristo y el falso profeta serán lanzados al lago de fuego (luego, al final de los mil años, se les unirá Satanás). Durante esos mil años, el Mesías gobernara la tierra en paz, justicia y armonía. Al final de los mil años, Satanás saldrá de su prisión y provocará la ultima rebelión contra Dios y el fin del mundo tendrá lugar recién ahí (todo esto está en el libro de Apocalipsis).

El séptimo arrebatamiento, ocurrirá en los días de la Tribulación y lo protagonizaran los Dos Testigos: ELIAS y MOISES.

Apocalipsis 11:3-12 nos habla de lo que pasará con los dos testigos que estarán durante la gran tribulación.

¿Qué es, entonces, el arrebatamiento? 

 El Arrebatamiento es descrito primeramente en 1 Tesalonicenses 4:13-181 Corintios 15:50-541 Tesalonicenses 4:13-18 describe el Arrebatamiento como el acto en el cual Dios resucita a todos los creyentes que han muerto, dándoles cuerpos glorificados, y después partiendo de la tierra con aquellos creyentes que estén aún vivos, a quienes también les serán dados cuerpos glorificados (1 Tes. 4:16-17).  


El texto de 1 Corintios 15:50-54 se enfoca en la naturaleza instantánea del Arrebatamiento y en los cuerpos glorificados que recibiremos. “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (1 Corintios 15:51-52).

¿Por qué es importante el arrebatamiento? 

Porque aquel será el día cuando finalmente estaremos libres de pecado, y estaremos para siempre en la presencia de Dios. Creo que el énfasis más importante de este acontecimiento no tanto para entrar en esos debates interminables que todavía existen respecto al tema del arrebatamiento y la segunda venida, sino el tener la seguridad que las promesas del Señor de tomarnos consigo, es un hecho irreversible. 

Pablo nos ha dejado este texto para que pensemos más en él que en el debate que él mismo ha traído. Que “nos animemos unos a otros con estas palabras.”