Quiénes son los cuatro jinetes del Apocalipsis

(Apocalipsis 6:1-8)

 
Hay un solo lugar en la Biblia donde se aparecen los cuatro jinetes que nos habla la escatología bíblica, y eso es en Apocalipsis 6:1-8. 

¿De qué se trata? ¿Qué representan? Lo primero que tenemos que decir es que estos cuatro jinetes son descripciones simbólicas que tendrán que ver con una serie de eventos que tomarán lugar antes del fin del mundo.  Observemos lo que nos dice Apocalipsis 6:2: “Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.”  

¿Cuáles son las características de aquel primer jinete? 

Si bien es cierto que algunos interpretes han considerado que este “caballo blanco” es una referencia a Cristo como el triunfador, pues más adelante aparecerá también montando sobre un caballo blando con el título “fiel y verdadero”, el presente caballo y su jinete necesariamente no es una referencia a Cristo sino uno que va a querer parecerse a él, nos referimos al anticristo. 

Así que el primer jinete parece referirse al anticristo, a quien le será dada autoridad y conquistará a todos los que se opongan a él. Como bien lo dice la palabra el “anticristo” es el falso imitador del verdadero Cristo, quien regresará en un caballo blanco (Apc. 19:11-16).  Lo que todos debemos saber es que el anticristo siempre querrá imitar a Cristo en todo, de allí el sutil engaño que hará a los hombres durante ese tiempo. 

Su engaño consistirá en hacer creer a los hombres que una apariencia muy parecida a Cristo, pero con la diferencia que él mostrará un poder seductor y hasta convencedor para que los judíos, especialmente ellos, lo sigan creyendo que es el Mesías.  Observe lo siguiente. Un “caballo blanco” es el mejor símbolo para una paz mundial, pero según el v. 4 esa paz será breve. Habrá muchos falsos mesías que engañaran y preparan el camino para que ascienda el anticristo (Mt. 24:3-5). 

¿Cómo era el que lo montaba? Los jinetes que cabalgan en estos cuatro caballos no son necesariamente   individuos sino una representación de muchas fuerzas. Así tenemos que el mundo entero seguirá de una manera obsesionada a aquel que propagará una falsa paz.  ¿Cómo se ve esto? Vea que el jinete lleva un arco, pero sin flechas lo cual plantea que esa guerra se ganará sin derramamiento de sangre. Esto es uno de los asuntos más notorios del engaño y más peligroso para la humanidad. 

El hecho que le fue dado una corona habla del reinado oficial que harán con el anticristo para ejercer un gobierno mundial que será político y militar. Y todo eso lo logrará sin tener que ir a ninguna guerra.    El segundo jinete aparece en Apocalipsis 6:4: “Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada.”. 

Si alguien quita la paz es porque promueve y conduce la guerra. Eso será lo que hará segundo jinete. Será el responsable de una terrible guerra que ocurrirá al final de los tiempos. La apertura de cada sello forma parte de un acto lleno de suspenso. Solo el que está sentado en el trono sabe lo que hay allí pero ahora el misterio es expuesto por el Cordero y un hombre es testigo de lo que allí acontece. 

Otra vez, otro ser viviente invita a Juan, diciendo: “Ven y mira”. La visión de estos caballos con sus distintos colores tuvo que ser impactante para Juan. Y lo que mira por segunda vez es un caballo bermejo (rojo como la sangre) y el jinete poseía un gran poder destructor. 

Mientras el tiempo final se acerca, Dios permitirá la presencia de guerras y el holocausto que implican esas guerras a una escala mundial (Mt. 24). Nos parecerá horrible todo lo que va a pasar, pero la Biblia nos dice que eso será “el principio de dolores” en lo que respecta al derramamiento de la ira divina (Mr. 13:7, 8; Lc. 21:9). 

Note ahora que hay una diferencia entre el primer jinete, que lleva un arco sin flechas y el segundo que lleva “una gran espada”. Aquí nos encontramos con un   cuadro del poder político con el que será investido aquel gobernante mundial. La idea de “matarse unos a otros” es un claro reflejo que los homicidios formarán parte de la cotidianidad de esos tiempos, tan parecidos a estos tiempos


El tercer jinete aparece en Apocalipsis 6:5, 6.  he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.” El tercer jinete se refiere a una gran hambruna que tendrá lugar, probablemente como resultado de las guerras producidas por el segundo jinete. 

La comida escaseará, pero los lujos tales como el vino y el aceite aún estarán disponibles.

Un efecto secundario de la guerra es el hambre. La destrucción de la producción con la que se abastece cada nación tiene que desembocar en un estado de desesperación que genera el hambre. La figura de una balanza en la mano habla de la escasez y con ello la humillante condición a la que será sometida la población cuando esto acontezca. 


El cuarto jinete lo encontramos en Apocalipsis 6:8 “Miré, y he aquí un caballo amarillo y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.”  El cuarto jinete es el símbolo de la muerte y devastación. Parece ser una combinación de los jinetes previos. ¿Qué traerá este jinete? El cuarto jinete traerá más guerra y terribles hambrunas junto con terribles plagas y enfermedades. Lo que es más asombroso, o quizá terrorífico, es que los cuatro jinetes del Apocalipsis sólo son “precursores” de juicios aún peores que ocurrirán posteriormente en la Tribulación (Apocalipsis capítulos 8-9 y 16). 

Ahora le toca el turno al cuarto ser viviente para que le haga la invitación al apóstol de venir y mirar lo que sucederá cuando el Cordero abra el cuarto sello. La visión nos muestra a un cuarto caballo de color amarillo y observe el nombre que porta el jinete que lo montaba: muerte y detrás de ella venía el Hades. 

¿Qué nos muestra toda esta visión? El caballo amarillo es una figura cadavérica, pues describe la tonalidad pálida y hasta verdosa que va adquiriendo un cadáver en estado de descomposición. Esta escena con el jinete portando semejante nombre, y seguido del Hades que no se cansa de recibir los muertos, nos revela que la autoridad que se le dio al jinete de destruir “la cuarta parte de la tierra” será el objetivo final.